Dolores de espalda, de cadera, insomnio, fatiga… Aunque bien podrían ser los síntomas de una buena gripe, hablamos de las consecuencias de dormir en un colchón demasiado duro. No a todo el mundo le ocurre, pero si estás empezando a notar todos esos síntomas, tendrás que ir pensando en cambiar tu colchón duro por uno más adecuado a tu fisionomía.

En Espuma a Medida, hoy te hablamos de las consecuencias de dormir en un colchón demasiado duro y de los factores que influyen a la hora de elegir un colchón adecuado para nuestro descanso. ¿Te quedas a descubrirlos todos?

¿Duermes en un colchón demasiado duro?

Un colchón se considera duro cuando lo notamos rígido al acostarnos en él. Puede ser una buena opción para personas corpulentas y pesadas, ya que amortigua mejor su peso y proporciona un mayor nivel de soporte. En cambio, las personas con una constitución delgada disfrutarán más de un colchón blando que se adapte por completo a su cuerpo y les ayude a mantener la columna recta.

Ahora bien, los problemas aparecen cuando el colchón es demasiado duro para tu cuerpo. Son muchas las consecuencias negativas de dormir en un colchón de este tipo, por eso es tan importante deshacernos de él en cuanto notemos los primeros síntomas. ¡Para fuera lo malo!

No eres tú, es tu colchón

¿Tienes una relación complicada con tu descanso últimamente? Tranquilo, no eres tú, es tu colchón. Dormir en un colchón demasiado duro tiene consecuencias negativas en tu salud física y mental. Veamos cuáles son las más comunes.

Te levantas de la cama cada día con dolor de espalda

No nos cansamos de repetirlo: los colchones demasiado duros no se adaptan a tu cuerpo. Esto hace que te sea prácticamente imposible alinear la columna vertebral cuando estás acostado y que empeoren problemas que ya padeces, como la escoliosis o las hernias discales. Mujer sentada en la cama con dolor de espalda

También es muy probable que sientas una gran presión en algunos puntos clave de tu cuerpo, como los hombros o las cervicales. Y ya tenemos demasiada tensión en nuestro día a día como para sufrirla también por la noche, ¿no crees?

Tu colchón te genera insomnio y no encuentras forma de pegar ojo

Efectivamente, el temido insomnio es otra de las consecuencias de dormir en un colchón demasiado duro. Al ejercer presión en algunas partes de tu cuerpo, puedes sentir molestias que te impidan conciliar el sueño. Como consecuencia, darás vueltas y vueltas, no renovarás energías y te sentirás cansado e irritado durante todo el día. Vaya pesadilla.

No gozas de buena circulación

¿Te levantas con partes de tu cuerpo entumecidas o sientes hormigueos diarios? Probablemente, también es culpa de la excesiva firmeza de tu colchón. Estos colchones aumentan los puntos de presión a lo largo de tu cuerpo y cortan la circulación en tus extremidades. Y recuerda que el que se debe dormir eres tú, no tus manos.

Entonces, ¿qué colchón debo elegir?

La respuesta es simple: uno que se adapte a tus circunstancias y a tu cuerpo. Sin embargo, la decisión final no es tan fácil de tomar y debemos dejarla siempre en manos de profesionales, quienes tendrán en cuenta diversos factores como los que encontrarás a continuación.hombre durmiendo hacia abajo

  • Tu altura y peso son aspectos primordiales a la hora de elegir un colchón u otro. Para ser apto, tu colchón deberá superar en 10 cm tu altura o la de la persona más alta que vaya a dormir en ella. En cuanto al peso, como hemos comentado anteriormente, las personas delgadas se sentirán más cómodas en un colchón blando, mientras que aquellas con más peso descansarán mejor en un colchón un pelín más duro.
  • La postura también cuenta. Hay quienes duermen de lado, quienes lo hacen bocarriba y quienes prefieren descansar bocabajo. Los primeros deberán elegir colchones intermedios; los segundos, duros, y los últimos, más blandos.
  • Aunque muy pocos lo piensan, la temperatura también es un factor que considerar. Si eres muy friolero, seguramente preferirás un colchón más blando; en cambio, si eres caluroso, te decantarás por uno duro. Para estos casos tenemos, además, la opción de añadir una plancha de espuma thermo-gel, que disipa el calor de tu cuerpo, deja pasar la humedad y evita la sudoración.

Y en el caso de que hayas cogido cariño a tu colchón y pienses que aún no ha llegado el momento de deshacerte de él, puedes hacerte con un topper viscoelástico para eliminar puntos de presión, aumentar tu comodidad y descansar mejor. Di stop a dejarte la espalda en un colchón más duro que una piedra y descubre el verdadero significado de “descanso”.

 En Espuma a Medida tenemos el colchón perfecto para ti

Ni demasiado duro, ni demasiado blando: como venimos diciendo durante todo el artículo, el mejor colchón es el que se adapta a ti. Y de adaptarse en Espuma a Medida sabemos mucho.

En nuestra tienda online, puedes personalizar tu colchón con tan solo unos clics. Te ofrecemos la oportunidad de ajustar su medida, elegir la mejor espuma para su relleno, la funda que lo cubrirá e incluso varios complementos para aumentar tu confort, como los toppers viscoelásticos o las planchas de espuma de thermo-gel. Además, si te surge alguna duda durante el proceso y necesitas contactar con un experto, puedes llamarnos o mandarnos un mensaje desde nuestra propia página web. ¡Tan fácil que parece mentira!