Mucha gente siente que ha tirado el dinero cuando, tras unos días durmiendo en un colchón nuevo, se levanta con dolor de espalda. Algunos piensan que han comprado un colchón defectuoso y, otros, que se han equivocado a la hora de elegirlo. La preocupación es totalmente comprensible en estos casos, sobre todo cuando se ha invertido mucho en el producto, pero no hay nada de lo que preocuparse. Es normal que un colchón genere molestias los primeros días después de sacarlo de su envoltorio, ya que el cuerpo necesita adaptarse a ese nuevo soporte que te acompaña cada noche. Pero ¿hay otras razones? Y ¿cómo podemos aliviar ese dolor de espalda tan molesto? Te lo contamos.

Razones por las que me puede doler la espalda al dormir en un colchón nuevo

Hay tres razones principales por las que podemos sentir dolor de espalda tras el cambio de un colchón viejo a uno nuevo. La primera y más habitual es, como hemos comentado en la introducción, que el dolor se origine debido al periodo de adaptación. Por lo general, el tiempo que necesita nuestro cuerpo para adaptarse a un colchón nuevo suele ser de dos semanas, aunque podría prolongarse hasta un mes completo, dependiendo de si el colchón elegido es muy diferente al que teníamos antes o no. Pecamos de alargar demasiado el tiempo de vida de un colchón y, cuando necesitamos cambiarlo, notamos sobremanera ese cambio.

El dolor de espalda también puede aparecer por el cambio brusco de características o de material de un colchón. Te ponemos un ejemplo: puede que tu cuerpo lleve toda la vida durmiendo en un colchón de muelles y que, de un día para otro, se vea obligado a descansar en uno viscoelástico. A pesar de que ambos colchones sean de buena calidad, nuestro cuerpo necesita adaptarse a la nueva situación que acontece, y esa adaptación se verá reflejada en tu propia carne.

Aunque menos frecuente, es posible que el dolor sea causado por una falta de soporte adecuado para alinear bien la columna. Esto sucede cuando el nuevo colchón que ha entrado en casa no se adapta bien a la forma de tu cuerpo, provocándote molestias y consecuencias negativas en tu salud. En estos casos, te recomendamos contactar con un experto para que te asesore.

Consejos para aliviar el dolor de espalda

El dolor de espalda es una molestia común que puede afectar nuestra calidad de vida y descanso. Afortunadamente, existen pequeñas acciones que podemos incorporar en nuestra rutina para aliviar esas molestias y mejorar el bienestar general. Desde el uso estratégico de una almohada hasta la elección de complementos como un topper, estos consejos te ayudarán a reducir el dolor y a disfrutar de un sueño más reparador.

Utilizar una almohada como aliada

Los dolores de espalda que pueden surgir durante el periodo de adaptación desaparecen con un par de almohadas. Las personas que duermen boca arriba deben colocarse una almohada bajo el cuello, tal y como lo han hecho siempre, y otra debajo de las rodillas. Las que se acuestan de lado, además de la almohada de las cervicales, también necesitarán una entre las piernas. Y, las que no pueden evitar descansar boca abajo a pesar de que los expertos no lo recomiendan, tendrán que colocar la segunda almohada debajo de la cadera. Este nuevo punto de soporte contribuirá a que tu cuerpo descanse mejor y a que las molestias se esfumen.

almohadas blancas

Dormir siempre sobre un topper

El topper viscoelástico o sobrecolchón es un colchón fino que se coloca sobre el colchón principal para mejorar la comodidad y el soporte lumbar. Es la solución perfecta si, pasados los 30 días de adaptación, no conseguimos adaptarnos por completo al colchón y seguimos sin poder descansar como deberíamos. La viscoelástica que se encuentra dentro de él ayuda a eliminar los puntos de presión mientras descansas y, como consecuencia, mejora la circulación sanguínea. Es la panacea para las personas que sufren dolores de espalda habitualmente.

Estirar la espalda antes de dormir

No hay nada que quite el dolor de espalda como hacer ejercicio y estirar antes de dormir. En una superficie plana, puedes practicar el puente de glúteo, que consiste en tumbarse boca arriba con las rodillas a 90º y las manos en las caderas y elevar el pecho y la cadera mientras contraes el suelo pélvico. Asimismo, la postura de las rodillas al pecho o la de vaca/gato pueden ayudarte a sentirte mejor. Lo importante es que la ejecución sea buena y que mantengas la constancia.

¿Cómo saber si el colchón es adecuado para mí?

Si pasadas las cuatro semanas de adaptación, el dolor ha desaparecido: enhorabuena, tu colchón nuevo es adecuado para tu cuerpo. Por el contrario, en el caso de que el dolor persista, tendrás que analizar qué es lo que lo está causando. La mayoría de las veces el dolor se origina por culpa de un colchón con una firmeza muy alta o demasiado baja para nuestro cuerpo o porque el material que lo compone es de mala calidad. En ambas situaciones, la mejor opción es cambiarlo. No obstante, si esta opción no se encuentra entre tus planes, te recomendamos incorporar un topper a tu cama para paliar los efectos de la incomodidad de tu colchón.

mujer durmiendo en la cama

Elegir un colchón adecuado es clave

Elijas el colchón que elijas, del dolor de espalda durante el proceso de adaptación se libran tan solo unos pocos afortunados. Sin embargo, si escoges un colchón adecuado para tu fisionomía, las molestias se esfumarán transcurridos los 30 días, e incluso antes. Los colchones muy duros o blandos para nuestro cuerpo, por el contrario, pueden causar malestar a largo plazo. Por eso, es fundamental seleccionar una firmeza adecuada, así como optar por materiales de alta calidad. Una buena elección puede cambiarte la vida.

En Espuma a Medida, podemos ayudarte a tomar buenas decisiones de descanso. Entre nuestra selección de colchones de gran calidad, fabricados con material viscoelástico o espuma, se encuentra el colchón ideal para ti y tu bienestar nocturno. ¡Toma esta importante decisión de la mano de un experto!